Bueno, estamos
en época de frutas, en nuestras calles hay gran variedad de mangos, piñas, Sandías y muchas otras;
démosle un empujón de salud a nuestro organismo, incluyamos las frutas en la
merienda de nuestros niños, hagamos una fiesta en familia preparando ricas
recetas caseras que, además de llenarnos de gusto también nos fortalecen.
Como
sabemos, las vitaminas son esenciales en el mantenimiento y reparación de nuestras
mucosas, las cuales son afectadas por el ataque de virus y bacterias, como el virus de
la gripe. Las vitaminas contribuyen con el fortalecimiento de nuestras barreras
naturales, las que impiden la entrada de gérmenes. En las frutas y vegetales
encontramos la mayor concentración de vitaminas, de forma natural.
La Organización de las Naciones Unidas, a través de su organismo sobre la alimentación (FAO) ha publicado este
magnífico libro, en el que puedes obtener valiosa información científica sobre el
contenido alimenticio de estos productos de la naturaleza, está narrado de
manera sencilla y amena. Una de las observaciones del libro nos da a conocer
que, en la selva del Amazonas, “Las
frutas de la palmera de burití, por ejemplo, contienen el mayor porcentaje
conocido de vitamina A que cualquier otra fruta del mundo” (sombreado nuestro, fpm).
Es poco conocido por la mayoría de las personas que
muchas plantas vegetales proveen de proteínas en igual (y a veces más) cantidad que las fuentes animales; el libro
antes citado nos señal que “Las nueces
de Brasil, por ejemplo, son ricas en proteínas tanto como la leche de vaca;
razón por la cual se les conoce como la “carne del reino vegetal” (sombreado nuestro, fpm); y no tan
solo proteínas y vitaminas se pueden obtener de estas fuentes naturales, hay
otros elementos que, por lo general, la población lo asume como solo presentes
en alimentos de tipo animal, de acuerdo con esta acreditada fuente “La fruta del açaí está cobrando fama como
superalimento por su alto contenido en antioxidantes y grasas omega” .
Durante miles de años, nuestras sociedades
ancestrales dieron un uso apropiado a las riquezas provenientes de la
naturaleza, hagamos caso a ello y volvamos a tener la salud de los abuelos, convidemos hoy con una rica “champola”
de Guanábana (una anonácea!!, pero no
de “sobrecito”), consulten a la abuela, quienes no sepan
cómo se prepara obtendrán doble mérito: aprenderán y de paso harán sentir feliz a
la abuela al ver que sus conocimientos aún son útiles (fortalecimiento de lazos
familiares, beneficio colateral).
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